Dietética y Nutrición. Clínica Serralta
Las naranjas son un alimento propio de esta época del año que nos aporta gran valor nutricional. Es por ello que si consumimos naranjas durante toda la temporada (de octubre hasta abril) reforzaremos nuestra salud gracias a sus beneficios:
- Dentro de los cítricos es el más rico en Vitamina C. Con una naranja al día, cubriremos nuestras necesidades diarias de Vitamina C esencial para el desarrollo y mantenimiento del organismo. La vitamina C tiene fama de reforzar nuestro sistema inmunológico protegiéndonos así de resfriados y gripe en época de frío. Sin embargo, numerosos estudios han mostrado que esto no se cumple en todos los casos. La Vitamina C puede ayudar a disminuir hasta un 50% el riesgo de constiparse, solo en aquellas personas con deficiencia de vitamina C y personas deportistas que realicen ejercicio físico intenso. Tradicionalmente se cree que la naranja es la fruta que más Vitamina C contiene, pero es una creencia incorrecta, el kiwi o las fresas la superan. Otros alimentos con alto contenido en Vitamina C son el pimiento rojo, brócoli, coliflor, col de Bruselas, tomate y melón.
- Las naranjas nos ayudan a prevenir otras enfermedades y trastornos cardiovasculares ya que es rica en numerosos antioxidantes y sustancias que influyen de forma positiva en la salud del corazón. Además de ello, contiene potasio, mineral que puede reducir la presión arterial.
- Las naranjas además de Vitamina C poseen ácido cítrico. Estas dos sustancias mejoran y aumentan la absorción de hierro por parte de nuestro organismo. De esta manera podremos prevenir la anemia siempre y cuando acompañemos nuestra dieta con alimentos ricos en hierro como la carne roja, vegetales verdes (espinacas y acelgas) y legumbres (soja en grano y lentejas).
- Son ideales para mantener nuestro peso. Nos ayudará a realizar la digestión y absorber mucho mejor los nutrientes que obtendremos a través de los alimentos. Es también un aliado perfecto para mantener nuestro organismo activo y consumir más calorías.
No obstante:
- Las personas que padecen insuficiencia renal y siguen dietas especiales, deberán moderar el consumo, al igual que aquellas que padecen cálculos renales ya que su situación podría agravarse.
- Las variedades de naranjas más ácidas pueden producir molestias a quienes sufren trastornos gástricos (hernia de hiato, acidez de estómago, gastritis y úlcera gástrica o grastroduodenal).
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