Existe cierto mito sobre esta pregunta, ya que mucha gente dice que la fruta después de las comidas engorda más que comiéndola antes. Esta creencia extendida se basa en la idea de que fermenta en el estómago y acaba convirtiéndose en azúcar que el cuerpo almacena en forma de grasa. A pesar de ello no existen estudios científicos que lo demuestren.
Lo que sí es cierto es que comer una fruta al final de la comida puede hacer que la digestión sea algo más pesada, por el simple hecho de que comemos el alimento más saciante al final.
En principio, el aporte calórico de la fruta será el mismo, si la comemos antes, durante o después de las comidass.
Las frutas más saciantes son aquellas con gran contenido en agua como: las fresas, cerezas, peras, el kiwi, la sandía o el melón. Las manzanas también ejercen una importante sensación sacian además de ayudar a reducir el colesterol alto.
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