Cirugía Esofagogástrica

Es aquella parte de la cirugía que se dedica al tratamiento de las enfermedades y problemas presentes en el esófago y estómago. El esófago es la parte alta del tubo digestivo que transporta el alimento desde la garganta hacia el estómago. El alimento llega al estómago y se mezcla con el jugo gástrico, llevándose a cabo la digestión de los alimentos. A continuación, el contenido del estómago pasa al intestino delgado para continuar su camino a través del tubo digestivo.

Aunque en la mayoría de los casos se trata de enfermedades benignas, por desgracia aún es necesaria la cirugía en pacientes que padecen enfermedades malignas. Los resultados aún en estos casos son excelentes y las curvas de supervivencia muestran cada día mejores resultados.

Cirugía Laparoscópica

La Cirugía por Laparoscopia ha supuesto el mayor cambio en el abordaje de las patologías abdominales desde el inicio del desarrollo de la cirugía.

Consiste en realizar las intervenciones sobre los órganos abdominal a través de pequeñas incisiones en el abdomen, en vez de a través de aperturas amplias de la pared abdominal. Para realizar esta intervención se utilizan instrumentos que permiten la visión y el trabajo dentro del abdomen (insuflador de aire, ópticas de visión e instrumental específico).

Todos nuestros especialistas en cirugía están específicamente formados en esta técnica. Así podemos ofrecer la realización de la inmensa mayoría de los procedimientos quirúrgicos mediante el uso de esta cirugía, aunque serán nuestros especialistas los que le aconsejen sobre el uso o no de esta técnica.

Las ventajas demostradas del uso de la laparoscopia en las intervenciones quirúrgicas son:

  • Una más rápida recuperación del estado previo a la intervención, debida a una menor cicatriz y, por lo tanto, un menor dolor, un menor tiempo de íleo postoperatorio (un menor tiempo de recuperación de la función del intestino) y, una más rápida de ambulación y vuelta a la ingesta oral tras la cirugía.
  • Una menor estancia hospitalaria.
  • Una menor tasa de infecciones de herida y de hernias de las heridas.
  • Un mejor resultado estético.

Cirugía de Mama / Senología

La Cirugía de Mama o Senología es la cirugía empleada para el tratamiento quirúrgico de enfermedades benignas y del cáncer de mama. Dependiendo de cada caso se emplea una cirugía más o menos conservadora.

Es muy importante el estudio preventivo para el diagnóstico lo más precoz posible de cualquier lesión. Nuestra consulta de alta resolución está orientada a este fin.

En mujeres en las que se localiza un tumor de pequeño tamaño solo se extirpa el tejido que contiene cáncer y algo de tejido circundante llevando a cabo una cirugía conservadora o cuadrantectomía. Esta cirugía se complementa mediante el estudio del ganglio centinela y/o radioterapia.

Por otro lado, la mastectomía es una cirugía más agresiva en la que se elimina toda la mama. Esta cirugía es aplicable cuando el tumor es más voluminoso o en mujeres en las que desean evitar el seguimiento y las sesiones de radioterapia. Es recomendable que esta cirugía se asocie siempre a una técnica de reconstrucción mediante prótesis o tejido de la propia paciente.

Entre las técnicas más habituales se encuentran:

Dietética

Tratamiento de la obesidad y plan dietético son dos conceptos que van unidos en cualquier solución para esta enfermedad. La dieta ayudará a disminuir la ingesta calórica y, por lo tanto, a mejorar el balance energético (perder más y adquirir menos).

La obesidad está reconocida como una enfermedad multifactorial. Es decir, causada por una serie de variables tanto físicas como conductuales. (Incluyendo malos hábitos en las comidas, un balance energético descompensado, sedentarismo, y otros).

El papel del dietista-nutricionista en el tratamiento de la obesidad implica varios pasos a seguir:

  • Evaluación dietético-nutricional del paciente mediante evaluación antropométrica e IMC. Se realiza en la consulta, midiendo los perímetros de varias partes del cuerpo y calculando el valor de su peso en relación a su talla y edad (IMC) y, por lo tanto, el peso ideal que le corresponde y el exceso de sobrepeso que existe, identificando un objetivo realista.
  • Historia dietética y recordatorio 24h. Que realiza el paciente con sus hábitos alimentarios actuales, rellenando un cuestionario, que puede ser necesario realizar en varias ocasiones, y que el dietista-nutricionista analizará en detalle para que entre ambos (paciente y especialista) puedan identificar los malos hábitos, costumbres inadecuadas o simplemente “mitos” que el paciente tiene.
  • Analítica sanguínea. Para identificar posibles alteraciones que son importantes de cara al plan dietético-nutricional.
  • Seguimiento quincenal para reeducación alimentaria y tests de respuesta. Donde se identifica aquellas personas que sí que responden a la restricción alimentaria.