La operación de Tubo Gástrico o Sleeve Gastrectomy se realiza por cirugía laparoscópica, y consiste en reducir el estómago a aproximadamente una décima parte de su tamaño previo.
Para ello se realiza un cambio en la forma del estómago, pasando de la forma habitual de bolsa parecida a una “bota de vino” a dejarse con una forma de tubo o manguera (de ahí el término inglés de sleeve).
Para realizar esta reducción del tamaño del estómago se utiliza un tutor que se coloca en su interior y tiene la forma del tubo que queremos dejar. A continuación cortamos el estómago siguiendo esta guía, dejando un estómago con forma de tubo y eliminado todo el resto de estómago innecesario. Este corte se realiza mediante grapadoras automáticas, diseñadas específicamente para este fin (echelon-gold de ethicon, ver animación cortesía de Ethicon Endo-Surgery), que cortan y sellan, es decir, que evitan que se puedan producir fugas (fístulas) por el sitio de corte.
Así, esta intervención es una técnica restrictiva: reducimos la capacidad del estómago para albergar alimentos (pasando de los aproximadamente 1000 cc habituales del estómago de una persona obesa a unos 100-120 cc tras la intervención). De este modo, el paciente tendrá sensación de plenitud y satisfacción tras una ingesta de una cantidad pequeña de alimentos. Esta sensación de plenitud y satisfacción facilita el cumplimiento del programa dietético por el paciente.
El estómago conserva su funcionamiento habitual, excepto el volumen de alimento que puede recibir, que es mucho menor. Así digiere con normalidad cualquier tipo de alimento. También conserva el sistema de llenado y vaciado natural. No se realiza ninguna cruce o by-pass entre el estómago y los intestinos, lo cual disminuye de manera muy importante el riesgo de fuga (fístulas).
Además se ha descrito la disminución de la hormona Ghrelina, que se producía en la parte del estómago que se elimina. Es posible que por ello se tenga menos sensación de hambre tras esta intervención.