Testimonio Tubo Gástrico. Maribel

Tratamiento integral de la Obesidad. Clínica Serralta

Antes y después tubo gástrico

Antes y después. Tubo Gástrico

Maribel es paciente nuestra en Cirugía Bariátrica. Acudió a nuestra clínica en 2016 para tratar su obesidad (110 kg.) y fue operada mediante Tubo Gástrico en diciembre de ese mismo año. Un año después ha conseguido una pérdida de 33 kg. y su peso actual es de 77 kg.

En el siguiente vídeo nos cuenta como ha vivido este cambio, como es su día a día y su grado de satisfacción después de ponerse en manos de nuestros profesionales. Desde Clínica Serralta le damos la enhorabuena por el logro conseguido y le agradecemos su confianza.

Si quieres conoces más experiencia como la de Maribel. Visita nuestra sección de testimonios: Testimonios Clínica Serralta

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Testimonio paciente. Hernia de Hiato

Cuando comemos los alimentos son transportados del esófago al estómago, ambos se comunican a través del hiato, un orificio situado en el diafragma, el músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal.

El problema de la hernia de hiato se da cuando a través de este orificio, parte del estómago pasa a la cavidad torácica. Los jugos gástricos que intervienen en la digestión entran en contacto con el esófago facilitando también el reflujo de los alimentos. De esta manera el esófago, que no está protegido ni preparado para estar en contacto con estos ácidos se ve afectado irritándose cada vez que se ingiere comida.

Los síntomas que presentan son acidez, reflujo, regurgitación, dolor, y quemazón. En muchas ocasiones las digestiones se convierten en un suplicio ya que los pacientes tratan de evitar aquellos alimentos que más síntomas les provocan como puede ser:

– Los alimentos muy grasos, picantes, en escabeche o muy salados

– Los lácteos y salsas con base de nata

– Las bebidas carbonatadas, el té o el café

– Los alimentos ácidos como: tomate, vinagre, cítricos, frutas no maduras o el yogur

– Ciertos alimentos crudos como el ajo, la cebolla, pepino o el pimiento

Nuestra paciente Pilar, sentía todos los síntomas anteriormente citados hasta el punto de afirmar que “vivía amargada” por las molestias que le ocasionaba. A continuación nos cuenta su experiencia y lo contenta que está con los resultados obtenidos tras la operación de corrección de la hernia de hiato por vía laparoscópica.


Otros links de interés:

· Hernia de Hiato. Clínica Serralta

· Cirugía Esofagogástrica. Clínica Serratla

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Redefinición de las imágenes quirúrgicas con tecnología 4K

La tecnología 4K es la integrada en televisores y consiste en una mejora de la resolución de la imagen, que cuadruplica la ofrecida por la alta definición (HD), por lo que recibe el nombre de “Ultra HD”. Este formato permiten a los cirujanos ver procedimientos delicados en los quirófanos con mucho mayor detalle.

El beneficio de esta resolución adicional, es ofrecer una imagen más clara durante los procedimientos de cirugía laparoscópica ya que las estructuras más delicadas pueden identificarse con mayor precisión.

La reproducción de imágenes quirúrgicas 4K captadas a través del endoscopio quirúrgico, pueden modificarse en tamaño, recortándose o ampliándose según se desee, sin perder resolución. Con un único monitor 4K se pueden crear varios planos, con varias imágenes a partir de cámaras quirúrgicas, signos vitales y otras fuentes, lo que proporciona una amplia y completa visión para cirujanos y personal quirúrgico.

La gama de colores también es más amplia en este formato, siendo capaz de reproducir una gran variedad de variaciones de colores sutiles, lo que permite diferenciar tipos de tejido con mayor confianza.

En las imágenes adjuntas podemos ver al Dr. Serralta y la Dra. Escribano utilizando esta tecnología en la realización de una Colecistectomía Laparoscopia, uno de los procedimientos que más han evolucionado con este abordaje.

Tecnología 4k

En la imagen 4k del monitor podemos observar la calidad y la definición con la que cuenta la reproducción del interior del abdomen del paciente al que se le ha extirpado la vesícula.

Tecnología 4k monitor

 

Otros links de interés:

· Cirugía Laparoscópica. Clínica Serralta

· Cirugía Hepato-Bilio-Pancreática. Clínica Serralta

Piedras en la vesícula (colelitiasis)

Cirugía Hepato-Bilio-Pancreática. Clínica Serralta

La colelitiasis, también conocida como «tener piedras en la vesícula«, es una patología muy frecuente que en muchas ocasiones no presenta ningún síntoma y se suele diagnosticar por casualidad al realizar alguna prueba médica por otro motivo (generalmente mediante una ecografía abdominal).

No obstante, cuando sí que se manifiesta, el síntoma más común suele ser un dolor abdominal fuerte y continuado en la zona superior derecha que se desencadena tras comidas copiosas o ricas en grasas y es lo que se conoce como cólico biliar. Éste se produce cuando una piedra obstruye el conducto de salida de la bilis de la vesícula.

Las piedras de la vesícula se generan por acumulación y sedimentación de los fluidos que se producen en la misma, denominados sales biliares. El símil más parecido es como los posos que quedan en una taza de café. En función del tiempo transcurrido y de los movimientos de la vesícula estos depósitos van adquiriendo formas redondeadas, se van endureciendo como una piedra y adquieren mayor tamaño. 

La forma, composición y número total de piedras es variable de una persona. Al contrario de lo que se cree, las piedras pequeñas son mucho más peligrosas que las grandes, ya que tienen más riesgo de escapar de la vesícula a través de su conducto de salida y obstruir la vía principal del hígado. 

EVENTROPLASTIA

La cirugía metabólica, una solución para la diabetes y la obesidad

En España, más del 50% de la población presenta obesidad o sobrepeso. De hecho, la OMS advierte de un aumento de los casos ya que la presencia de estas enfermedades durante la infancia y la adolescencia cada vez es más notable.

Una de las consecuencias del rápido aumento del sobrepeso, la obesidad y la inactividad física es la diabetes. Enfermedad prevenible con una dieta saludable, actividad física regular, mantenimiento de un peso corporal normal y evitación del tabaco.

La diabetes es una enfermedad crónica que se manifiesta cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no puede utilizar de forma eficaz la insulina que produce.

La más común es la diabetes de tipo 2, la cual representa el 90% de los casos de diabetes. Tiene su origen en la incapacidad del cuerpo para utilizar eficazmente la insulina, lo que a menudo es consecuencia del exceso de peso o la inactividad física por lo que es una enfermedad altamente relacionada con la obesidad.

La cirugía metabólica consiste en la aplicación de las técnicas quirúrgicas utilizadas en la cirugía bariátrica o de la obesidad a pacientes con obesidad y diabetes tipo 2 que consiguirían mejorar los niveles de azúcar en sangre gracias a la pérdida de peso.

La principal técnica quirúrgica que se realiza para este tipo de pacientes es el Bypass Gástrico. Esta técnica se utiliza para modificar la acción de las hormonas digestivas que lesionan el páncreas y producen la diabetes. Esta operación se realiza sobre la zona del tubo digestivo donde intervienen todas las hormonas que actúan en el metabolismo de la insulina.

Cirugía metabólica. Clínica Serralta

Esta operación se realiza sobre la zona del tubo digestivo donde intervienen todas las hormonas que actúan en el metabolismo de la insulina.

La Cirugía Metabólica consiste en desviar los alimentos para que no pasen por el estómago, duodeno-páncreas y primera parte del intestino delgado. Los alimentos pasa directamente desde el estómago a la segunda parte del intestino. Corrige la diabetes con una alta eficacia. Es necesario un estudio exhaustivo previo para la selección de casos.

ClínicaSerralta cuenta con un equipo multidisciplinario de cirujanos especializados en cirugía bariátrica y metabólica, médicos digestivos, dietista-nutricionista y especialista en psicología bariátrica y coaching nutricional. Todo ello, con el único objetivo de lograr una adecuada valoración, selección y preparación de los pacientes candidatos a este tipo de intervención para obtener unos resultados satisfactorios de la misma.

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¿Que es la colecistectomía laparoscópica?

Por el Dr. Antonio Barrasa, División de Cirugía Hepatobiliopancreática.

La colecistectomía laparoscópica es la extirpación de la vesícula biliar utilizando una cámara de vídeo y un material especial que permite realizar la intervención mediante unas incisiones muy pequeñas, sin abrir el abdomen.

La realización de incisiones muy pequeñas no solo tiene ventajas estéticas, además se reducen las infecciones postoperatorias y disminuye el dolor postoperatorio. Como consecuencia de ello, es menor el periodo de ayuno, el de encamamiento, el tiempo de ingreso hospitalario y el tiempo de baja laboral. También se reduce el riesgo de hernias en las incisiones al ser éstas más pequeñas.

Por el contrario, el abordaje laparoscópico supone un discreto aumento en el número de lesiones de los conductos biliares, a lo que el cirujano deberá prestar especial atención.

La existencia de intervenciones abdominales (especialmente en la zona de la vesícula) y la inflamación de la vesícula (colecistitis) son las dos causas que con más frecuencia impiden que la colecistectomía se pueda realizar por vía laparoscópica. Otras veces, una intervención iniciada por laparoscopia es necesario concluirla con un abordaje convencional, en lo que los cirujanos llamamos conversión, sin que esto deba ser entendido como una complicación.

¿Qué es la vesícula?

El hígado produce una sustancia llamada bilis que se excreta al intestino para favorecer la digestión de las grasas. La vesícula es un órgano en forma de bolsa en la que se guarda la bilis para liberarla al intestino tras una comida. Está situada en le lado derecho del abdomen, pegada a la cara inferior del hígado y se comunica con el conducto biliar mediante otro tubito, el cístico. Generalmente, la vesícula recibe su sangre a través de una arteria cística que proviene de las arterias del hígado.

¿Por qué puede ser necesario quitar la vesícula?

La colelitiasis es la principal causa de colecistectomía. La colelitiasis es la aparición de “piedras” o cálculos en la vesícula. Estos cálculos se producen por la precipitación de las sales biliares en la vesícula (como cuando disolvemos demasiada sal en un vaso de agua). Los cálculos pueden provocar dolor (cólicos biliares), inflamación de la vesícula (colecistitis), obstrucción de los conductos de la bilis (ictericia), su infección (colangitis) o inflamación del páncreas (pancreatitis).

44s45JYpPiedras y bilis extraídas de paciente con colelitiasis diagnosticada mediante ecografía.


La aparición de pólipos en la vesícula también en una causa de colecistectomía. Una vesícula prezosa (que no funciona adecuadamente puede ser motivo de mala digestión que aconseje el operarse.

Unicamente su médico y cirujano puede aconsejarle adecuadamente sobre los riesgos y beneficios de operarse de la vesícula biliar.

¿Qué pasa cuando se quita la vesícula?

En general, que desaparece el dolor ocasionado por las piedras, mejorando la calidad de vida de los pacientes. La pérdida de la función de la vesícula no suele ocasionar ningún problema, probablemente por la dilatación que se suele producir en los conductos biliares tras la colecistectomía y que serviría para realizar esa función de reserva de la bilis.

En algunas ocasiones, los pacientes refieren aumento del número de deposiciones, sin que, en general, eso suela provocar problemas importantes.

¿Cómo se desarrolla la intervención?

En general, los pacientes ingresan el mismo día o la noche anterior a la intervención. Dependiendo de los centros, antes de llevar al paciente al quirófano se pueden realizar algunas medidas preoperatorias como canalización de una línea intravenosa, administración de un antibiótico o un tranquilizante, colocación de medias de compresión en las piernas, rasurado del abdomen, …

La intervención se realiza con anestesia general y suele durar entre 15 minutos y 1 hora según las dificultades que encuentren los cirujanos.

Si no hay problemas, lo habitual es que los pacientes pasen a la habitación tras la intervención, pudiendo recibir el alta el mismo día o el siguiente una vez comprobada la recuperación de la consciencia, la deambulación, la ingesta oral y la micción.

El postoperatorio en casa

Los primeros días es habitual notar hinchazón en el abdomen y dolor en las heridas quirúrgicas que suelen ceder con los analgésicos habituales: paracetamol, metamizol,… También puede ayudar la utilización de una faja tubular elástica.

Poco a poco se puede ir recuperando una dieta cada vez más amplia, en la que al final suele poderse ingerir cualquier tipo de alimento que no esté contraindicado por otra causa.

También se suele ir recuperando la actividad física en pocos días, siendo habitual el reinicio de la actividad laboral entre el final de la primera y tercera semana postoperatoria.

¿No puede haber complicaciones?

Por supuesto que sí. Como cualquier intervención quirúrgica, y casi cualquier actuación médica, pueden existir complicaciones.

Las más frecuentes suelen ser leves como el hematoma en las heridas quirúrgicas, la infección de las mismas, las flebitis o el retraso en la recuperación del movimiento intestinal

Menos frecuentes pero algo más serias son la hemorragia interna, la fuga de bilis, la formación de abscesos, la inflamación del páncreas o la aparición de trombos en las piernas.

La lesión de los conductos biliares o del intestino, la embolia pulmonar o el infarto son complicaciones muy poco frecuentes pero que pueden resultar graves.

En conclusión, en manos expertas, la colecistectomía laparoscópica en una técnica que, cuando está bien indicada, mejora de manera importante la calidad de vida de los pacientes. Tanto es así que resulta una de las intervenciones más satisfactorias para los cirujanos y los pacientes, en la que los beneficios superan con mucho a los riesgos y las molestias.

Se aprueba en los USA el uso de la banda gastrica ajustable para obesidades con IMC de 30 y comorbilidades

La FDA (el organismo regulador americano de los medicamentos y sistemas médicos) amplía el uso del sistema de bandas para la pérdida de peso.

Desde pasado 16 de febrero 2011, se amplía el uso de la LAP-BAND para incluir a individuos obesos con un IMC de 30 a 34 kg/m2 que presenten alguna comorbilidad grave relacionada con su obesidad.

La FDA aprobó el sistema LAP-BAND en 2001 para su uso en pacientes severamente obesos con un índice de masa corporal (IMC) de al menos 40 kg/m2, aquellos con un IMC de al menos 35 y que presentaran comorbilidades también graves relacionadas con su obesidad, tales como enfermedades del corazón o diabetes. La indicación recién aprobada amplía a pacientes con un IMC de 30 a 34 y con un alto riesgo de mortalidad por complicaciones relacionadas con la obesidad.

El LAP-BAND se destina a ser utilizada en adultos que no han perdido peso con métodos no quirúrgicos (dietas o medicamentos).   Los pacientes que utilizan el sistema LAP-BAND debe estar dispuesto a hacer grandes cambios en su estilo de vida y hábitos alimenticios. Se coloca alrededor de la parte superior del estómago mediante laparoscopia. La banda crea una bolsa gástrica pequeña que admite solo una pequeña cantidad de comida.

«La obesidad es un problema de salud pública en los Estados Unidos», dijo William Maisel, MD, MPH, director adjunto para la ciencia en el Centro de la FDA para Dispositivos y Salud Radiológica. «Un estilo de vida saludable y la pérdida de peso son las claves para mejorar la salud y la calidad general de una persona de la vida.»

El uso de la LAP-BAND en pacientes con IMC entre 30 y 40 se examinó en un estudio realizado en EE.UU.. Los resultados mostraron que el 80 por ciento de los pacientes perdieron por lo menos el 30 por ciento de su exceso de peso y lo mantuvieron durante un año. Algunos pacientes en el estudio no perdieron peso, mientras que otros perdieron más del 80 por ciento de su peso extra.

En el mismo estudio, más del 70 por ciento de los pacientes experimentaron un evento adverso relacionado con LAP-BAND, los más frecuentes fueron vómitos y dificultad para tragar. Los eventos van desde leves a graves, pero la mayoría fueron leves y se resolvieron rápidamente.

Siete de cada 149 pacientes necesarios otros procedimientos después de la implantación: cuatro necesitaron retirar el LAP-BAND, dos la revision del dispositivo de hinchado, y otro necesitó que se le cambiara la posición del LAP-BAND.

¿En qué consiste la operación de tubo gástrico (“Sleeve gastrectomy”) y como actúa?

La operación de Tubo Gástrico o Sleeve Gastrectomy se realiza por cirugía laparoscópica, y consiste en reducir el estómago a aproximadamente una décima parte de su tamaño previo.

Manejo Laparoscopia

Manejo de laparoscopia en abdomen de paciente

 

Para ello se realiza un cambio en la forma del estómago, pasando de la forma habitual de bolsa parecida a una “bota de vino” a dejarse con una forma de tubo o manguera (de ahí el término inglés de sleeve).

Para realizar esta reducción del tamaño del estómago se utiliza un tutor que se coloca en su interior y tiene la forma del tubo que queremos dejar. A continuación cortamos el estómago siguiendo esta guía, dejando un estómago con forma de tubo y eliminado todo el resto de estómago innecesario. Este corte se realiza mediante grapadoras automáticas, diseñadas específicamente para este fin (echelon-gold de ethicon, ver animación cortesía de Ethicon Endo-Surgery), que cortan y sellan, es decir, que evitan que se puedan producir fugas (fístulas) por el sitio de corte.

Así, esta intervención es una técnica restrictiva: reducimos la capacidad del estómago para albergar alimentos (pasando de los aproximadamente 1000 cc habituales del estómago de una persona obesa a unos 100-120 cc tras la intervención). De este modo, el paciente tendrá sensación de plenitud y satisfacción tras una ingesta de una cantidad pequeña de alimentos. Esta sensación de plenitud y satisfacción facilita el cumplimiento del programa dietético por el paciente.

El estómago conserva su funcionamiento habitual, excepto el volumen de alimento que puede recibir, que es mucho menor. Así digiere con normalidad cualquier tipo de alimento. También conserva el sistema de llenado y vaciado natural. No se realiza ninguna cruce o by-pass entre el estómago y los intestinos, lo cual disminuye de manera muy importante el riesgo de fuga (fístulas).

Además se ha descrito la disminución de la hormona Ghrelina, que se producía en la parte del estómago que se elimina. Es posible que por ello se tenga menos sensación de hambre tras esta intervención.

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Cirugía de la obesidad: ¿En qué consiste la operación de banda gástrica ajustable y cómo actúa?

Cirugía Bariátrica con Banda Gástrica Ajustable. Clínica Serralta Valencia

La banda gástrica ajustable es una anilla de silicona con una cámara hinchable en su interior. Esta cámara está conectada a un dispositivo que permite modificar su diámetro interno.

La banda gástrica ajustable se coloca en la parte alta del estómago, reduciendo la capacidad del estómago para recibir la comida. Con una ingesta de comida inferior a 50 CC se produce una importante sensación de plenitud y satisfacción. Esta sensación facilita el cumplimiento del programa dietético por el paciente. Se trata de un método restrictivo para el tratamiento de la obesidad.

La intervención se realiza bajo anestesia general y con una duración media de entre 45 y 90 minutos. Nuestro equipo la realiza siempre mediante abordaje laparoscópico (mediante pequeños orificios, sin tener que abrir el abdomen). A través de estos pequeños orificios en el abdomen (uno de 5 Mm, tres de 10 Mm y uno de 12 Mm) se colocan instrumentos de visión y trabajo y se introduce la banda gástrica en el interior del abdomen. Una vez dentro del abdomen, la banda gástrica se sitúa alrededor del estómago, en su parte más alta, consiguiendo sin necesidad de seccionar ni grapar tejidos. Un estómago de pequeño tamaño (capacidad inferior a 50 CC), que tiene la función de limitar la cantidad de alimento que puede ingerir el paciente y darle sensación de plenitud y satisfacción al poco de iniciar la ingesta.

A través del diámetro interno de la banda gástrica, el alimento pasa progresivamente al resto del estómago, donde los alimentos se digieren con total normalidad. Posteriormente, los nutrientes continúan su normal camino por el resto del tubo digestivo.

Una vez colocada en su sitio y fijada para evitar su desplazamiento, la banda gástrica se conecta a un reservorio que se sitúa debajo de la piel del paciente. Se trata de un dispositivo que NO es visible desde fuera y que NO produce molestias, ni siquiera tras la pérdida de peso. Este dispositivo permite ajustar el diámetro interno de la banda gástrica según la necesidad de cada paciente. Como decíamos al inicio, la banda gástrica ajustable contiene una cámara en su interior, que es hinchable, y que hace que su diámetro interno pueda variarse añadiendo o quitando suero desde el dispositivo subcutáneo.

Este cambio en el diámetro interno de la banda gástrica permite disminuir o aumentar el calibre del orificio dentro de la anilla y, por tanto, del paso o flujo del alimento hacia el estómago.

El hinchado de la banda se realiza sin ingreso, sin anestesia y sin molestias. A mayor hinchado, mayor sensación de saciedad y satisfacción del paciente con menor cantidad de comida. Así, se puede adaptar el tratamiento a cada caso, dependiendo de la respuesta individual a la dieta y la pérdida de peso que presente. Habitualmente el paciente requiere de 2 a 5 hinchados de banda, a lo largo de todo el tratamiento.

La banda está diseñada para permanecer en su lugar de por vida. De todas formas se trata de un método reversible y puede ser retirada si el paciente así lo desea con una técnica quirúrgica análoga a la colocación.

¿En qué casos de obesidad está indicado usar la banda gástrica ajustable?

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